sábado, 22 de agosto de 2009

ORTEGA Y GALLARDO: LA ESPERANZA DEL CAMBIO


Muchas especulaciones giran en torno al regreso de Ariel Ortega. La mayoría coincide en que su presencia en la cancha es la clave para renovarle la cara a un equipo que carece de crédito debido a los pobres resultados de las últimas temporadas. ¿En qué se basa la opinión especializada para suponer esto? En el nivel que Ortega y Gallardo han demostrado en River, aún cuando no estuvieron al ciento por ciento de su plenitud física. Con el Burrito en cancha River pudo ser campeón y potenciar a un jugador como Buonanotte que tras la partida de su socio jujeño jamás pudo encontrar el nivel que nos deslumbró en aquel equipo de Simeone.
Algo similar ocurrió con el Muñeco, aunque su influencia no pudo ser tan significativa debido a que tuvo que volver a intervenirse quirúrgicamente y ello lo relegó en gran parte del campeonato. Pero, lo poco que pudo demostrar el volante en su regreso al club, sirvió para ilusionar al hincha y dejar en claro que aún le puede aportar mucho al equipo. Ambos jugadores hicieron una excelente pretemporada y llegan a este encuentro con Lanús en un buen estado físico.
La gran incógnita es saber si con estos dos referentes alcanza para pelear cosas importantes. Y en este punto es donde se empiezan a dividir las aguas. Muchos se muestran escépticos porque no confían en que puedan estar en la mayoría de los partidos. Otros, en cambio, cuentan con que su sola presencia permita que las presiones no afecten a los compañeros, especialmente a los más jóvenes y estos puedan soltarse para jugar con tranquilidad y desplegar la jerarquía que debe tener cualquier jugador que juegue en la primera de River Plate
La verdad empezará a develarse a partir de hoy, cuando se dispute el primer encuentro de la Copa Sudamericana, ante un rival complicado como es este Lanús que, más allá de haber sufrido un recambio, mantiene una estructura sólida y sin lugar a dudas es candidato de cuanto torneo disputa.
La tarea de los dirigidos por Gorosito no será sencilla en este semestre ya que deberán ganarse el respeto perdido y para eso tendrán que convertirse en un conjunto equilibrado que pueda defenderse y al mismo tiempo aprovechar las jugadas de riesgo que genere en ataque. En el semestre pasado vimos a un River sólido a la hora de jugar como local, pero muy débil cuando llegaba el turno de ir de visitante. Tal vez éste sea el primer punto a corregir tanto en la Copa como en el Campeonato. Pero sobre todo en el primer certamen ya que ahí se pueden definir las grandes chances de pasar a la siguiente ronda.
Muchos se preguntan si River realmente está para pelear los dos torneos. A priori, la respuesta es que no. Pero esto sólo lo pueden contestar los jugadores. Ellos son los que saben cuán grande es la convicción que tienen para afrontar los distintos partidos y sólo ellos saben si están física y anímicamente a la altura de las circunstancias.
Aquí sí deberán hacer mucho hincapié los líderes para darle tranquilidad a los más jóvenes y hacerles creer que tienen con qué devolverle la gloria deportiva al más grande; River Plate.

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