EDITORIAL

Con el cabaret reabierto en la Boca y la atención mediática depositada en el mediocre rendimiento de nuestro seleccionado nacional, poco es lo que se puede destacar de la actualidad de este River que hoy sólo piensa en mantener la regularidad hasta el final del certamen para poder encarar de la mejor manera la pretemporada que servirá de antesala al segundo semestre del año.
Pipo se ilusiona con tener a un Gallardo y a un Ortega en plenitud para que se adueñen del equipo. También en algunos refuerzos que le den forma a un plantel que está obligado a levantar el nivel mostrado hasta ahora.
Pero como bien dijimos antes, la lupa mediática estuvo encima de la Selección Argentina y por sobre todo hizo hincapié en las duras críticas que Diego Maradona hizo sobre el estado del campo de juego del Monumental. El técnico del seleccionado no puede pretender tapar el bosque con un árbol. Echar culpas a un terreno de juego es minimizar otros aspectos de mayor relevancia que afectan claramente al nivel de sus dirigidos.
Maradona, debería preocuparse más por hacer jugar bien a Messi, Tévez y Agüero. Por lograr un sistema defensivo que evite que cualquier rival que se anime a atacar genere peligro concreto sobre el arco argentino. Hoy la selección argentina es un conjunto de individualidades que dejan todo en la cancha porque le quieren demostrar al técnico que tienen la motivación necesaria para vestir la celeste y blanca. Pero hasta ahora desconocen que en el fútbol, además de meter hay que jugar. Lo que nadie le pregunta al ex capitán argentino es si en Bolivia también se jugó en una cancha desastrosa. Vale recordar que la semana pasada Venezuela se impuso 1 a 0 en el mismo estadio que nos comimos seis. Brasil jugó en un estadio Centenario de Montevideo que estaba en condiciones lejos de las ideales y logró gustar y golear ante un rival duro como el uruguayo. Colombia jugó de igual a igual en el Monumental y todas sus llegadas fueron con pelota dominada y al pie. Así podemos seguir citando ejemplos, pero no vale la pena. Maradona debería hablar menos y trabajar más para ofrecer un juego digno de estos jugadores que saben brillar en el viejo continente pero que con la casaca nacional están en deuda, ya sea en los potreros en los que juegan o en las mejores canchas cuando van a un Mundial. Maradona aseguró que iba a formar un gran equipo pero hasta ahora lo único que armó fue un gran circo. A propósito le deseamos a Maradona una urgente mejoría en sus problemas de adicción. Solo así se entienden ciertas actitudes de quien, hasta ya dejo de ser ídolo de los innombrables.
De todos modos a nosotros nos compete River y como ya anticipamos, el director técnico y los dirigentes están pensando en la renovación del plantel. Hay varios puestos por cubrir y Pipo está viendo distintas alternativas para incorporar variantes de cara a la segunda parte del año. Quien sí dejó certezas fue Daniel Vega (nuestro póster en este número). El ex Chicago se consolido en el arco millonario y fue el mejor jugador de esta parte del año. Teniendo en cuenta el buen presente de Vega, llama la atención que el máximo responsable del fútbol de primera división, Rodolfo Cuiña, estaría pensando en traer a un arquero que estará inactivo durante un largo período debido a una rotura de ligamentos. Agustín Orion, se presume que podrá volver a jugar a mediados de setiembre, con cinco o seis fechas de comenzado el apertura. ¿Así demuestra Fito Cuiña cómo sabe de fútbol y lo que le importa el bien del club? Igualmente el lunes a la noche, se lo vio muy elegante y muy sonriente al popular Fito, en el programa Showmatch. Se lucia al lado de las caricaturas que conforman “Gran Cuñado”. ¿Será esa su verdadera vocación?