jueves, 5 de marzo de 2009

Los referis en la copa y la misma historia de siempre


Cuando River ganó sobre la hora en su primera presentación de la Copa, muchos se rasgaron las vestiduras por el polémico gol sancionado por el árbitro. Ahora la situación se dio a la inversa. En Perú, ante La Universidad de San Martín de Porres, River sufrió la incidencia del referí que cobró un penal inexistente que le significó la ventaja transitoria al conjunto local.

Uno podría hacer una crítica y despotricar contra la incapacidad de los jueces del certamen y la pasividad de los dirigentes de la Confederación Sudamericana a la hora de aplicar sanciones. Sin embargo, esto carece de sentido porque este tipo de referatos ya se han convertido en un condimento clásico de la Libertadores. Ya es sabido que los árbitros –salvo contadas excepciones- son localistas y por ende se dejan influenciar por el entorno y los jugadores. Por ende nuestros jugadores tienen que saber esto y utilizarlo para intentar manejar tanto los partidos que juegan en Buenos Aires como en el exterior. De nada sirve ir a protestar y quedar condicionado con las tarjetas amarillas que salen con mucha facilidad a la hora de ir a jugar afuera. La Copa se gana con talento, garra y mucha inteligencia. Si River se deja vencer por el nerviosismo, entonces comprometerá seriamente sus chances en el certamen ya que se sabe que para llegar a la final, habrá que afrontar muchas situaciones polémicas en las que su rival de turno intentará imponerse desde lo psicológico. En el pasado hemos sufrido mucho por circunstancias producidas desde la provocación. No hay que olvidar la eliminación en manos del América de Cali –en el 2003- cuando Husaín se tomó a golpes de puño con el entrenador colombiano que le tiró del pelo en un lateral, y mucho menos la eliminación del 2004 cuando Barros Schelotto hizo lo que quiso en un Monumental colmado sólo por hinchas de River.

No hay comentarios:

Publicar un comentario