lunes, 23 de marzo de 2009
Un error del que hay que aprender
Ante San Martín de Tucumán se notó claramente la ausencia de Fabbiani, quien no pudo estar por haber acumulado dos amarillas. El problema es que esa segunda amarilla fue buscada por el jugador para limpiar su prontuario y de esta manera no correr riesgos de cara al clásico con Racing y con Boca. Lo cierto es que, después de este domingo quedó claro que no se puede subestimar a ningún rival y por eso el grado de compromiso debe ser absoluto. Si River sigue dando ventajas entonces se despedirá temprano de cualquier competencia. En vez de buscar hacer faltas es preferible cuidarse e intentar estar en la mayor cantidad de partidos posibles ya que en el torneo local vale lo mismo –desde el punto de vista matemático- ganarle a Boca que a San Martín de Tucumán. Más si se es un referente futbolístico como el Ogro que ha demostrado se un futbolista que absorbe la presión de sus compañeros y deja jugar más sueltos al resto de lo integrantes del equipo.
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