domingo, 8 de marzo de 2009

Muñeco recargado


Basta ver el rendimiento de Marcelo Gallardo ante Arsenal, para apreciar a un jugador que no le pesa la camiseta en absoluto, sino que la siente y la transpira al máximo. River empataba con uno menos y el Muñeco recibió la pelota en el área luego de una gran corrida del Ogro Fabbiani. Falcao y el propio Ogro esperaban el pase para empujar la pelota con el arco libre, pero Gallardo con mucha categoría, optó por picarla y colgarla en el ángulo del segundo palo. ¿Acaso tiene River hoy a algún jugador que se anime a eso?
Lo cierto es que a partir de entonces todo fue una fiesta en el Monumental y los jugadores se contagiaron del clima en el estadio y brindaron un espectáculo que hacía rato no se veía en Núñez. La frutilla del postre fue el segundo gol del Muñeco, luego de un pase magistral de Fabbiani que pudo jugar el partido entero.
Barbosa demostró seguridad en el juego aéreo y siempre se mostró atento y rápido para salir a cortar.
Quien merece un párrafo aparte es Danilo Gerlo. Lesionado y consiente de que el equipo quedaba mermado por la imposibilidad de hacer más modificaciones, se quedó en la cancha, pidió la pelota y no se escondió nunca.
Tanto el talento de Gallardo como la garra de Gerlo son ejemplos claros de lo que debe mostrar River hoy: entrega, frialdad y jerarquía para colocar al Millonario en el puesto que nunca debió abandonar.

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